Por fin las aguas se calmaron en Oriente Medio. Aunque hay aún nubarrones, con buena voluntad puede darse un giro radical a todo Oriente Medio.

Los judíos pobladores de buena parte del mundo, siempre fueron un pueblo singular, con la Torá como tarro de las esencias.

El Dios único.

La Torá sin duda es un elemento civilizatorio, como lo es el Nuevo Testamento o el Corán.

La buena nueva de Oriente Medio, es que después de tanto jaleo, de rasgarse tanto las vestiduras, hay lugares comunes que pueden aprovecharse para llegar a una de las mejores etapas de Oriente Medio.

El barrio judío siempre fué el barrio del médico, del farmaceutico, del traductor de textos, del comerciante que te iba a ayudar a hacer una venta o una compra en lejanas tierras.

Buena parte del desarrollo de las ciudades de Castilla con la lana, su comercio internacional tiene que ver también con el que en media Europa siempre hubiese un barrio judío.

Será el hebreo el que llevará el mensaje oculto, prueba inequívoca de la veracidad de un documento, pues quién emite y quién recibe se conocen y saben que es verdad y que es mentira en una transición económica.

Se habla mucho de sionismo, muchos hablando casi ofensivamente.

Pero la realidad es que personas como Golda Meir (maestra) o como David Ben Gurión (expulsado del segundo año de derecho en Turquía), construyeron un país en el que todo el mundo tenía asegurado el acceso a la educación y a la sanidad.

También a la vivienda. La Golda Meir pobre, que lavaba la ropa de los niños de una guardería para subsistir, luego primera ministra, hizo lo que pudo para sacar adelante su familia, 

El Ben Gurion, enamorado de los bellos ojos de una Raquel, antepuso al amor su responsabilidad como dirigente político. Incluso cuando tuvo ya su familia.

¿Acaso no es eso lo que los padres responsables hacen con los hijos? Procurarles una educación, procurarles alimentos y que estén sanos.

El sionismo es mayoritariamente eso.

Con sus defectos, seguramente muchos. Pero en el balance de lideres, los lideres judíos se echaron a la espaldas responsabilidades a costa de su futuro personal. 

Hoy Israel es un pais tecnológico, ya no es un barrio donde había artesanos, profesionales variados, comerciantes. Ya no es una aldea trabajando el campo y viviendo como se podía.

A su alrededor paises árabes. ¿Algún problema?.

No debería haber ninguno. 

Ayer fué el barrio judío de cualquier pais árabe. Hoy es el estado judío en medio de los paises árabes.

La diferencia es que hoy puede suministrar mas servicios a los paises cercanos que nunca.

Antes barrio o aldea, hoy Estado.

¿Estado judío? Pués claro. No hay ningún problema en ello.

Aquellos que por su buenismo, no calculan la influencia de la religión en la persona, carecen de la capacidad de buen gobierno de una sociedad.

La religión también es identitaria. Si una religión es predominante en un lugar, todas las demás deben ser minoritarias.

No por marginación alguna. Si no por una simple regla de seguridad y estabilidad.

En el momento que una comunidad religiosa vea que se pueda expandir y convertirse en mayoritaria comenzarán graves conflictos.

Por tanto si se quiere estabilidad una mayoritaria, y el resto minoritarias. 

El hormigón humano está aún demasiado fresco para hacer experimentos sociales, que lo único que van a hacer es generar caos e incertidumbre creciente.

Que los palestinos se conviertan en buenos vecinos es fundamental. Para ello no puede haber altanería ni desprecio.

Guardar las distancias, respeto y poco a poco ir construyendo relaciones de todo tipo. Pero cada una en su lugar.

Donald Trump, el presidente que parecía errático ha dado una gran lección, entre otras cosas, porque tiene buén fondo.

Se parece al comerciante que venía cargado de ollas o cacerolas con su mula a las aldeas, al que se acercaban las mujeres y en un día las vendía todas.

A la siguiente vuelta, las mujeres se acercaban hechas un basilisco,  porque en las ollas se les pegaba la comida, y el vendedor en vez de huir, cogia sus ollas, intentaba cambiarla por otra cosa para no devolver el dinero y así todos contentos.

La guerra de Ucrania, es hoy un foco que continúa activo. Pero que tarde o temprano terminará. El hijo no volverá al redil a golpe de palo, mas al contrario se alejará y alejará. Si de verdad hay  una ligazón y una cultura común, esa con aguas calmas podrá conformarse, con aguas revueltas nunca. Trump puede aún hacer mucho y cerrar este capítulo como comienzo de una senda futura de consensos regionales. Donde nadie se vea relegado al olvido. Vladimir Putin, hizo que Rusia volviera a la dignidad, tras la desintegración de la URSS. Trump puede ser el presidente que termine conformando una región segura. 

El mundo árabe, pacificador de la región (Oriente Medio) seguirá y seguirá prestigiándose a medida que las riñas terminen. La vuelta de los rehenes ha sido una buena lección de coger el camino justo.

Ayer fué el viejo barrio judío, proveedor de servicios. Hoy es el Estado Judío, que puede ser el proveedor de la región de servicios de altísima calidad.

Recordemos el tiempo record con el que Israel hizo su plan de vacunas anticovid. Eso es la punta del iceberg de lo que Israel puede ofrecer a la región. .

Andar con guerras no tiene sentido.